Examen Físico del
Abdomen
La técnica del
examen de abdomen varía según las molestias que sufren el paciente y el proceso
patológico que se investiga. Diversas maniobras de gran importancia al valorar un abdomen agudo o una lesión demostrable. En consecuencia, vamos a estudiar separadamente el examen del vientre agudo y el examen de abdomen operado.
Para describir la ubicación de los hallazgos del
examen físico, el abdomen se divide en cuatro o en nueve secciones. En el
primer caso, se trazan dos líneas imaginarias perpendiculares que pasan por el
ombligo y delimitan cuatro cuadrantes: superior derecho e izquierdo, e inferior
derecho e izquierdo. Si se divide en nueve secciones o regiones, se trazan dos
líneas que en su extremo superior son la continuación de las líneas torácicas
medioclaviculares que hacia abajo llegan a los extremos laterales del pubis, y
dos líneas horizontales, pasando la primera por el punto inferior del reborde
costal a cada lado (10ª costilla), y la segunda, por las crestas ilíacas
anterosuperiores. Se constituyen así las siguientes regiones, de derecha a
izquierda: en el tercio más alto: hipocondrio derecho, epigastrio e hipocondrio
izquierdo; en el tercio medio: flanco derecho, región umbilical y flanco
izquierdo; en el tercio inferior: fosa ilíaca derecha, hipogastrio y fosa
ilíaca izquierda.
División por cuadrantes:
·
Cuadrante superior derecho: hígado y vesícula
biliar; cabeza del páncreas, parte del riñón derecho, glándula suprarrenal
derecha, partes del tubo digestivo (ángulo hepático del colon).
·
Cuadrante superior izquierdo: bazo, lóbulo izquierdo
del hígado, cuerpo y cola del páncreas, parte del riñón izquierdo, glándula
suprarrenal izquierda, partes del tubo digestivo (ángulo esplénico del colon).
·
Cuadrante inferior derecho: ciego y apéndice;
ovario y trompa derecha; polo inferior del riñón y uréter derecho; otras partes
del tubo digestivo (colon ascendente), canal inguinal.
·
Cuadrante inferior izquierdo: colon sigmoides y
parte del colon descendente; ovario y trompa izquierda; polo inferior del riñón
y uréter izquierdo, canal inguinal.
División en nueve regiones:
· Hipocondrio derecho: lóbulo hepático derecho, vesícula
biliar, parte del riñón derecho, glándula suprarrenal, ángulo hepático del colon.
·
Epigastrio: estómago, duodeno, páncreas, parte del
hígado, aorta, vena cava inferior.
·
Hipocondrio izquierdo: bazo, cola del
páncreas, ángulo esplénico del colon, polo superior del
riñón izquierdo, glándula
suprarrenal.
·
Flanco derecho: parte del riñón derecho y del colon
ascendente.
·
Región umbilical: porción inferior del duodeno, intestino
delgado, aorta, vena cava inferior.
·
Flanco izquierdo: parte del riñón izquierdo y del colon
descendente.
·
Región ilíaca derecha: ciego, apéndice,
extremo inferior del íleon, ovario, desembocadura del uréter, canal inguinal.
·
Región del hipogastrio o suprapúbica: útero, vejiga, colon
sigmoides.
·
Región ilíaca izquierda: colon sigmoides,
ovario, desembocadura del uréter, canal inguinal.
Examen de elección
El objetivo de
este examen es comprobar que no hay tumor abdominal y que las vísceras no están
aumentadas de volumen o en posición anormal.
Inspección
Obsérvese el
contorno general de abdomen, la presencia o ausencia de venas distendidas y los
movimientos respiratorio. El ombligo normal esta ligeramente retraído e
invertido. La eversión umbilical puede ser signo de distensión o liquido
intraabdominal, tiene importancia la presencia, el carácter y la posición de
cicatrices abdominales. Las hernias ventrales o distales a los músculos rectos
pueden manifestarse indicando al paciente que levante la cabeza o haga esfuerzo
en forma que aumente la tensión intraabdominal.
Auscultación
La auscultación
sistemática del abdomen es buena costumbre que adquirir, ya que familiariza al
examinador con los ruidos peristálticos normales.
Palpación
Es lo
fundamental del examen de abdominal corriente. En primer lugar se percibirá e
tono del musculo recto mediante ligera presión de la mano apoyada de plano
contra el abdomen. Luego se considera a palpar cuidadosamente los cuatros
cuadrantes del abdomen.
Si los músculos
abdominales presentan resistencia y se sospecha de espasmo involuntario, hay
que comprimir con cuidado la palma de la mano contra el musculo
recto mientras
se indica al paciente que respire profundamente con la boca abierta.
Hígado
De ordinario el
hígado no puede palparse, pero en personas delgadas puede percibirse a nivel
del borde costal. Un hígado palpable no es necesariamente patológico.
La percusión
debe iniciarse en la línea axilar anterior a nivel aproximadamente del cuarto
espacio intercostal, siguiendo hacia abajo hasta que la nota resonante del
pulmón que sustituida por la macicez hepática. Luego se sigue dicha macicez
hasta que quede sustituida por el timpanismo de los gases intestinales.
Vesícula biliar
La vesícula
biliar normal no puede palparse. Una vesícula biliar distendida puede
percibirse inmediatamente por debajo del borde inferior del hígado,
aproximadamente a nivel del borde externo del musculo recto abdominal.
Bazo
Normalmente el bazo no es palpable. Se busca colocando la mano izquierda por detrás en el flanco, debajo del borde costal en la línea axilar media.
Normalmente el bazo no es palpable. Se busca colocando la mano izquierda por detrás en el flanco, debajo del borde costal en la línea axilar media.
La percusión
puede ser útil. Normalmente la macicez esplénica se extiende en la línea axilar
media desde la novena a la undécima costillas.
Riñones
El riñón
izquierdo se palpa con la mano derecha, mientras la mano izquierda comprime el
flanco desde atrás, desplazándolo hacia arriba. Es similar a la maniobra de la
palpación esplénica.
Vejiga urinaria
Si la vejiga
urinaria está llena, puede palparse inmediatamente por encima de la sínfisis
pubiana como una masa sensible, lisa, de forma ovoide. La presión ejercida
sobre la misma despertara ganas de orinar.
La palpación
permitirá delimitar la forma ovoide de la vejiga distendida, si dejar duda
acerca de su naturaleza.
Colon
El colon
ascendente, el ciego, el colon descendente y el sigmoides muchas veces pueden
palparse. El ciego y el colon derecho se perciben en el cuadrante inferior
derecho como una masa redondeada, blanda, ligeramente sensible.
En el curso de
la palpación el paciente puede experimentar pequeños espasmos; quizá se perciba
el peristaltismo audible y la masa palpable desaparezca.
El sigmoides
muchas veces se percibe como estructura tubular, de cierta firmeza, estrecha,
que se extiende hacia abajo a lo largo del cuadrante inferior de la pelvis.
Reflejos abdominales
El examen
sistemático sigue con la investigación de los reflejos abdominales. Se rasca
ligeramente la piel en cada uno de los cuadrantes. La contracción de la
musculatura se manifiesta por el brusco movimiento del ombligo hacia la zona
estimulada.
Valoración de hallazgos anormales
Valoración de una masa abdominal.
El examinador ha
de tener la seguridad de lo que parece una masa abdominal no es un estructura
normal.la vejiga distendida, el útero grávido, el borde resistente del musculo
recto del abdomen, el promontorio sacro y la aorta tortuosa y dilatada de una
hipertensión, todas estas estructuras han sido consideradas
erróneamente como tumores abdominales de etiología diversas.
En
pacientes puede palparse el promontorio sacro y considerarse erróneamente un
tumor de la línea abdominal media.
La contracción
voluntaria del musculo recto, sobre todo en pacientes obesos, suele producir un
tumor epigastrio manifiesto.
Hígado aumentado de volumen
La inspección
puede revelar el contorno de un hígado hipertrofiado que se extiende por
abdomen superior derecho y epigastrio.
El dato
diagnostico característico es el borde palpable. Puede ser romo en caso de
cirrosis o irregular y nodular si la hipertrofia depende de carcinoma.
El aumento de
volumen del hígado por debajo del borde costal puede confirmarse por percusión
y dibujando con lápiz demográfico.
Si el hígado
esta aumentado de volumen, hay que buscar indicios de ictericia en la
conjuntiva. Se examina la piel en busca de excoriaciones características del
rascado por prurito, de ictericia y de angioma en araña. Estos síntomas suelen
observarse en la pared torácica anterior.
Vesícula biliar aumentada de volumen
La vesícula
biliar aumentada se dé volumen se palpa como tumor redondeado liso en el
cuadrante superior derecho. Suele hallarse inmediatamente por fuera del borde
externo del musculo recto, pero son muchas las variaciones al respecto. Puede
estar más lejos, en el flanco, o más cerca, en el epigastrio.
Una vesicular
biliar aumentada de volumen y muy sensible a la palpación es característica de
colecistitis aguda.
Una vesícula
biliar aumentada de volumen no dolorosa, en presencia de ictericia obstructiva,
es característica de obstrucción maligna de las vías biliares. (Ley de
courvoisier) que en caso de cáncer del páncreas la vesicular biliar suele ser
normal y puede distenderse considerablemente cuando se obstruye el colédoco.
Bazo aumentado de volumen
El único signo
neto de bazo ligero o moderadamente aumentado de volumen puede ser un impulso
percibido por las puntas de los dedos que palpan el paciente al inspirar, la
percusión puede confirmar la presencia de cierta hipertrofia esplénica.
Riñón aumentado de volumen
El polo inferior
del riñón derecho muchas veces resulta palpable. El riñón izquierdo, cuando es
palpable esta aumentado de volumen o desplazado hacia abajo. Un riñón aumentado
de volumen se identifica por su posición posterior.
El aumento de
volumen de ambos riñones hará sospechar enfermedad poli quística congénita. Un
aumento renal netamente anterior suele depender de enfermedad neoplasia.
Puede
confundirse entre hipertrofia intensa del bazo y un riñón netamente aumentado
de volumen. En general. El bazo es órgano anterior, el riñón es posterior, el
borde libre del bazo es más agudo que el del riñón, y siempre se halla en
dirección más hacia abajo.
Abdomen agudo
En caso de
abdomen agudo, el diagnostico preciso requiere valorar cuidadosamente todas las
probabilidades.
Inspección
Obsérvese la
posición que adopta el paciente. En caso de cólicos, no podrá estar acostado y
tranquilo; si hay infección peritoneal estará inmovil con sus rodillas
flexionadas a pesar dl dolor intenso. Obsérvese la expresión de su cara y la
frecuencia respiratoria. Vigílese en particular la separación de los músculos
rectos, la ausencia de los movimientos respiratorios normales y el
peristaltismo visible.
Auscultación
Hay que conocer
los ruidos peristálticos normales. Cuando se sospecha abdomen agudo, el
peristaltismo puede estar aumentado, disminuido o ausente.
La ausencia de
peristaltismo significa que hay íleo paralitico por irritación peritoneal
difusa.
Palpación
Se comienza
indicando al paciente que tosa. En caso de inflamación peritoneal agudo esto
suele despertar un brusco dolor abdominal agudo localizado en la zona afectada.
Limitación de la
zona de hipersensibilidad
La
hipersensibilidad causada por trastornos como la apendicitis aguda o la
colecistitis aguda se halla localizada estrictamente a la zona inmediata al
órgano interesado, a menos que haya peritonitis que se está extendiendo.
La palpación
abdominal no es completa si no se examinan cuidadosamente los flancos, angulas
costo vertebrales y parte baja de la jaula costal.
Percusión del abdomen
La percusión del
abdomen es útil para localizar una zona de hipersensibilidad. También revela
una zona de matidez que hará sospechar de una masa.
Pruebas especiales
Signo de dolor al toser.
Dolor de rebote. Este signo
se descubre ejerciendo presión intensa sobre el vientre en un lado lejos de la
zona donde se sospecha un proceso inflamatorio agudo, y suprimiendo bruscamente
tal presión.
Prueba del psoas iliaco. El
paciente intenta flexionar su muslo contra una ligera presión ejercida por la
mano del examinador. Se produce dolor si hay proceso inflamatorio en contacto
con el musculo psoas.
Prueba del obturador. Se
flexiona el muslo en Angulo recto y luego se gira hacia afuera y adentro. Puede
despertarse dolo hipogastrio si hay una masa inflamatoria en contacto con el
obturador interno.
Signo del dolor
contra lateral.
Paro inspiratorio (Murphy). Es signo excelente de colecistitis aguda. Se indica al paciente que inspire
profundo y al mismo tiempo se ejerce presión intense contra la pared abdominal
en la región de la vesícula biliar.
Color azulado del ombligo (cullen) puede observarse tinte azulado de la piel del ombligo en caso de
hemoperitoneo extenso.
Signos diferenciales en el abdomen agudo
Apendicitis aguda.
Inspección: en las
primeras fases el paciente quizás no parezca muy enfermo. Se queja de dolor
persistente, que suele aumentar con los movimientos y prefiere estar acostado y
quieto.
Auscultación: el
peristaltismo puede estar disminuido, pero suele ser normal.
Palpación: el dolor
producido por la tos se refiere al cuadrante inferior derecho. Palpando el
abdomen con un dedo se comprobara dolor bien localizado en el cuadrante
inferior derecho en la zona del punto de Mc Burney.
Variante de la apendicitis aguda
·
Apendicitis s
retro cecal
·
Apendicitis
pelviana
·
Apendicitis
iliaca
·
Apendicitis con
ciego no descendido
Colecistitis aguda
Inspección: la
frecuencia respiratoria suele estar aumentada, a veces tanto que puede
sospechar neumonía. Esta taquipnea puede atribuirse en parte a que la vesícula
aumentada de volumen y con inflamación aguda al respirar entra en contacto con
la pared anterior y aumenta el dolor.
La ligera
distención del abdomen suele ser signo precoz y no depende de peritonitis
Auscultación: prácticamente
siempre hay peristaltismo, el abdomen silencioso suele ser signo tardío e
indica perforación de la vesícula.
Palpación: en la
primera etapa de la enfermedad, la palpación con un dedo localizara el dolor a
nivel de la vesícula biliar. No hay rigidez, pero en mucho casos el espasmo
voluntario en tan intenso que hay que tener cuidado para excluir el espasmo
muscular verdadero.
Ulcera gástrica o duodenal perforada.
Los signos
físicos varían según la etapa de la enfermedad. El paciente tiene color ceniza,
sufre mareo, transpira y se queja de dolor epigastrio o retro esternal intenso.
Es común la hipertensión, pero la frecuencia del pulso generalmente no es mayor
de 100.
El estado
general del paciente parece mejorar si se observa algo más tarde o si el dolor
se alivio con medicación.
Hay que insistir
en ciertos puntos como signo de perforación anterior libre de una ulcera
gástrica o duodenal. La rigidez es de madera. La retracción del epigastrio por
contracción de los rectos abdominales y del diafragma suele observarse en
persona delgada.
Ulcera duodenal perforada con salida lenta del contenido
En ocasiones, a
partir de una ulcera duodenal perforada el contenido del intestino escapa poco
a poco y en cantidad tan pequeña que no se produce contaminacion de la cavidad
peritoneal libre. El colon y el epiplón actúan como barrera y dirigen el
líquido hacia la fosa iliaca derecha.
El diagnostico
de ulcera es mas probable si se demuestra una zona difusa de dolor que se
extiende por el epigastrio.
Perforación posterior de ulcera duodenal
Una ulcera
duodenal puede perforarse posteriormente hacia el páncreas o la tejido
retroperitoneal. Los signos abdominales pueden ser ligeros o remendar una
pancreatitis aguda.
Pancreatitis aguda
En las
enfermedades pancreáticas los datos abdominales pueden ser mínimos o incluso
nulo, dada la posición protegida del páncreas detrás del estomago, colon y
epiplón gastro colico. En la pancreatitis aguda ligera el paciente tiene
aspecto muy enfermo, pero el examen de abdomen a veces solo demuestra tensión dolorosa
vagamente localizada en el epigastrio.
Diverticulitis aguda
La
Diverticulitis del colon es tan proteiforme en sus manifestaciones como la
apendicitis. A veces simula estrechamente la apendicitis, pero los signos
aparecen en el lado izquierdo. De ordinario la Diverticulitis causa dolor más
difuso y suele haber signos de peritonitis local, incluso en la primera etapa
de la enfermedad. Es frecuente descubrir una masa palpable en el cuadrante
inferior izquierdo o en la pelvis.
Oclusión vascular mesentérica
La oclusión de
los vasos mesentéricos, venosos o arteriales, se caracteriza por contraste
notable entre la gravedad de los síntomas y lo mismo de los signos abdominales.
El síndrome suele consistir en dolor abdominal persistente e intenso acompañado
de signo variable de trastorno gastrointestinal, como vomito, diarrea o
alteración de la función intestinal. Los signos físicos en el abdomen se
parecen bastante a los de la pancreatitis aguda.
El curso de la
enfermedad depende de la extensión y localización de la oclusión.
Aneurisma disecante de la aorta
La lesión
subyacente es una degeneración de la media con rotura inicial de la intima de
la aorta cerca de la válvula aorticas, o en la aorta descendente cerca de la
arteria subclavia izquierda. Los pacientes suelen tener hipertensión notable.
El comienzo es
repentino con dolor angustioso en tórax o epigastrio. Es común que se irradie
al cuello espalda o hacia el abdomen.
La ruptura de un
aneurisma acurre hacia al espacio retroperitoneal, pero a menudo hay hemorragia
hacia la cavidad peritoneal o rara vez hacia víscera o la vena cava. Los signos
son los de un trastorno abdominal grave. Una masa pulsátil hacia el flanco y
abdomen inferior, junto con signo de choque y hemorragia, establecen el diagnostico.
Obstrucción simple del intestino delgado
Los signos
dependen de la causa y localización del proceso.
La inspección
demostrara que el paciente sufre de crisis intermitente de cólicos. A veces
puede observarse una onda peristáltica si la pared abdominal es delgada y
fláccida. La auscultación revelara el peristaltismo rítmico clásico que va
aumentando a medida que el paciente sufre el cólico. Cuando el dolor cede, el
peristaltismo también desaparece.
La palpación
puede descubrir dolor a nivel del asa intestinal afectada, signo importante
pero no obligado.
Obstrucción con
estrangulación del intestino delgado.
El cuadro
clínico es diferente si esta dificultado el riesgo sanguíneo del intestino. El
paciente tiene aspecto gravemente enfermo. El pulso es rápido y lleno. A veces
hay onda intermitente de cólico, pero entre las crisis del dolor el paciente
sufre molestia persistente y dolor sordo constante en el abdomen; puede
aumentar de intensidad hasta hacerse muy aguda, especialmente en oclusiones
arteriales. El aumento característico del peristaltismo cesa cuando se inicia
la gangrena.
Signos de obstrucción del colon
La obstrucción
del colon suele depender de carcinoma, Diverticulitis e invaginación o vólvulo.
Invaginación
Suele producirse
en niños, pero se observa también en adultos, sobre todo en caso de tumor
benigno que da lugar a la invaginación. El dolor casi siempre es intenso, pero
no continuo. Entre las crisis dolorosas el paciente se acuesta y queda inmóvil
con las rodillas flexionadas. Suele haber cierta tendencia al sincope y
colapso.
Palpación es la
presencia de una masa abdominal en forma de salchicha. Se encuentra a cualquier
nivel a lo largo del colon, según la fase de la enfermedad.
Obstrucción aguda por carcinoma de colon
El carcinoma
produce en ocasiones obstrucción cólica aguda y brusca. Los datos físicos
incluyen distención de todo el abdomen, timpanismo a la percusión, borborigmo
intensos e irregulares con ruidos peristálticos, y gorgoteo y dolor en el
trayecto del colon.
Vólvulo
El vólvulo del
derecho o izquierdo se caracteriza por dolor y distensión intensa, y produce
distenciones abdominales mas rápida e intensa. El colon derecho retorcido suele
extenderse hasta la parte izquierda de la línea media y el colon izquierdo
hasta la parte derecha.
Signo de peritonitis
Inspección
El paciente se
ve grave y ansioso, palidez facial y un ligero movimiento de las alas nasales,
incluso en las primera etapas del proceso. Una mirada ansiosa o un falso
aspecto de bienestar indicaran que el paciente sufre proceso grave.
El paciente
peritonitico esta acostado, inmóvil, de preferencia en decúbito lateral, con
los muslos ligeramente flexionados para reflejar la musculatura abdominal.
La observación
del abdomen tiene gran importancia. Muy pronto se vuelve escafoideo y retraído,
sobre todo a nivel del epigastrio. Este aspecto depende del espasmo de los
músculos recto y de la limitación de movimiento del diafragma.
Palpación
El grado de
rigidez muscular varía. Si la pared anterior de la cavidad peritoneal está
incluida en el proceso inflamatorio generalizado, la rigidez será de madera,
sin ceder para nada en la presión intensa.
Percusión
Siempre será
cuidadosa y delicada, pues quizá permita limitar una masa imposible de palpar a
consecuencia del dolor y el espasmo.
Auscultación
El abdomen se
vuelve rápidamente silencioso.
Estenosis pilórica por hipertrofia congénita
Esta enfermedad
se manifiesta en las primeras semanas de la vida. Es más común en los varones.
El síntoma cardinal es el vomito. Si la enfermedad lleva más de unos dias de
duración, el niño se deshidrata y tiene aspecto de pequeño viejo. Si ha habido
mucha pérdida de peso pueden verse ondas peristálticas de izquierda a derecha a
nivel del epigastrio. La parte alta del abdomen está llena, la baja, hundida.
El tumor pilórico se halla en el cuadrante superior derecho, por debajo del
borde hepático y se percibe sobre todo cuando el niño mama.
Invaginación
Se produce
típicamente en niños regordetes sanos de menos de dos años de edad. Al comienzo
de la enfermedad, entre las crisis de cólicos, el paciente descansa y parece
hallarse en perfecto estado.
A medida que la
lesión progresa, el niño cada vez esta mas postrado. La masa se hace palpable y
debe buscarse en los intervalos entre las crisis cólicas. El tumor
característico en salchicha, no suele aparecer hasta que el punto que avanza
alcanza el colon transverso.
Divertículo de meckel
Esta anomalía
puede simular un proceso inflamatorio agudo, obstrucción intestinal o
hemorragia gastrointestinal aguda. Puede observarse una pequeña cantidad de
exudación que sale por el ombligo si el divertículo todavía está unido a él.
Obstrucción congénita de duodeno e intestino delgado
El dato clínico
mas importante es el vomito. La distensión abdominal dependerá del nivel en que
se halla la obstrucción.
Anomalía del sistema biliar
El dato mas
notable es la ictericia. El abdomen está lleno por el aumento de volumen del
hígado y la acumulación de líquido ascítico; la baza quizás sea palpable.
Duplicidad del tubo digestivo
Puede ocurrir a
cualquier nivel, provocando síntomas de hemorragia u obstrucción.
Pólipos rectales
En los niños
pequeños los pólipos rectales son fáciles de palpar con el dedo menique, casi
siempre están unidos a la pared posterior o posterolateral.
Onfalitis
La infección del
ombligo del niño pequeño quizás solo produzca edema, enrojecimiento, ligero
dolor y exudación serosa. Ejerciendo presión cuidadosa por encima o debajo del
ombligo a veces se expulsan una o dos gotas de pus. Aparecen edema, dolor,
enrojecimiento o color obscuro de la piel de la parte alta del abdomen cuando
la celulitis se extiende siguiendo los planos aponeuróticos o los linfáticos.
Trastorno patologicos del ombligo
Quiste del cordón umbilical
Es un acumulo
voluminoso de jalea de wharton a cualquier nivel del cordón
Persistencia del uraco
Se manifiesta
por un escape intermitente de orina por el ombligo. El orificio de la fistula,
rojo, suele tener tamano variable pero casi siempre es fácil de descubrir.
Onfalocele
Un onfalocele se
distingue del tipo corriente de hernia umbilical. Se trata de una hernia de
vísceras abdominales en la base del cordón umbilical; el saco que así se
produce es una estructura delgada y transparente, formada solamente de
peritoneo en su parte interna y de membrana amniótica por fuera.
Hernia umbilical
Es una
protuberancia del ombligo que se produce cuando el niño hace esfuerzos.
Hernia congénita del diafragma
Los signos
clínicos de hernia congénita del diafragma puede ser de aparato respiratorio,
circulatorio o digestivo; cianosis, disnea y vomito son frecuente.
Hernia intraabdominal
Puede producirse
por defecto congénitos en cualquier parte del mesenterio, especialmente a nivel
del íleon terminal. Aberturas similares aparecen a veces en el mesocolon
ascendente por debajo del ligamento de treitz.
Hernia inguinal
En los niños, el
examen en busca de hernia inguinal considerablemente del mismo en el adulto. En
los niños la hernia inguinal casi siempre es de tipo congénito indirecto.
Antes de tocar
el niño hay que proceder a una inspección cuidadosa. Si es bastante mayor, esta
deberá efectuarse estando de pie. El diagnostica se establece por el aspecto y
al aparición y desaparición de la hinchazón al toser, llorar o hacer esfuerzo.
Hidrocele
En el niño, la
hidrocele es redondeada o alargada, quístico y bien blando. Se deja atravesar
por la luz y rodea al testículo, estar a nivel del cordón espermático o el
conducto de nuck.
Testículo no
descendido
La inspección
demuestra que todo el escroto o un lado del mismo es mayor que normalmente y
esta poco desarrollado. A veces una ligera hinchazón en el conducto inguinal
indica la posición del testículo, que quizá se perciba inmediatamente por fuera
del anillo externo o en el mismo conducto.
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