¿CÒMO
REALIZAR UN BUEN EXAMEN DE LOS GENITALES FEMENINOS?
INSTRUCCIONES
GENERALES
Los
genitales femeninos y las estructuras de la pelvis se examinan por inspección
simple, por inspección usando el espéculo vaginal y por palpación.
Al
comienzo del examen, debe ponerse guantes en ambas manos. Posteriormente, para
la palpación bimanual, el guante puede quitarse de la mano utilizada para
palpar el abdomen.
El
examen comienza con la inspección de los genitales externos y se continúa con
la palpación del orificio vaginal, inspección con el espéculo vaginal de la
vagina y el cuello uterino, la palpación bimanual para evaluar las estructuras
pélvicas internas y, en algunos casos, se realiza la palpación rectovaginal.
1.
Minimice la tensión.
Las
mujeres a menudo tienen sentimientos negativos acerca de los exámenes genital y
pélvico, y pueden incluso evitar las prácticas de pesquisajes de salud
recomendadas, tales como la prueba de Papanicolau (Pap) para detectar el cáncer
cervical (conocida entre nosotros como prueba citológica o citología vaginal),
debido a que le temen al examen o, paradójicamente, a un resultado positivo.
2.
La preparación y la posición.
Antes
del examen pélvico dígale a la paciente que evacue su vejiga. Tratando de no
lesionar el pudor de la mujer proceda a colocarla en posición ginecológica o de
litotomía. Ayúdele a colocarse en posición, con el auxilio de la enfermera, si
está disponible. Coloque sus pies en los estribos para mantener la posición de
las piernas.
3.
Técnicas de higiene.
Debe
aplicarse un lubricante hidrosoluble a los dedos enguantados, para facilitar la
penetración vaginal, solo durante el examen bimanual. Si el lubricante se
obtiene de un tubo grande que se usa repetidamente, el tubo debe apretarse de
manera que permita al lubricante caer en los dedos enguantados. Estos nunca
deben pegarse a la abertura del tubo, lo que pudiera contaminar su contenido.
La vagina nunca debe examinarse después del recto, a menos que usted se lave de
nuevo las manos y cambie de guantes. Si se sospecha o está presente alguna
infección
ENFOQUE
DEL EXAMEN Y EL REGISTRO ESCRITO
–
Genitales externos: color y pigmentación, forma y simetría, secreciones y
lesiones.
–
Estructuras vaginales: integridad de la piel, posición y forma del cuello,
color, características del orificio cervical, lesiones o secreciones del
cuello, tono muscular vaginal.
–
Útero: posición, forma y consistencia, movilidad, masas, dolor o molestias a la
palpación.
–
Anejos: tamaño, contorno y consistencia de los ovarios, masas y molestias a la
palpación.
– Fondos
de saco: descartar la existencia de abombamientos y/o dolor.
TÉCNICAS
DE EXPLORACIÓN
A.
EXAMINE LAS ESTRUCTURAS DEL PERINÉ.
1.
Inspeccione los genitales externos:
Este examen tiene un
gran interés, ya que mediante la simple observación de la vulva podemos
detectar desde el grado de desarrollo sexual de la mujer si esta es muy joven,
hasta la presencia de malformaciones congénitas o de algún otro proceso no
detectado anteriormente.
Debe
observar la presencia y la disposición del vello, el grosor de los grandes
labios, el tamaño del clítoris, la presencia de un himen intacto o no, las
secreciones vestibulares, el grado de abertura vulvar y la presencia o no de
prolapso.
a)
Antes de tocar los genitales, toque el dorso del muslo de la mujer con el dorso
de la mano, para prevenir la tensión muscular súbita con el contacto de los
dedos.
b)
Entonces, use los dedos índice y pulgar de su mano no dominante para separar
suavemente los labios de manera que sean visibles claramente el clítoris, el
meato urinario y el orificio vaginal. Fíjese en el color y la pigmentación, la
forma y simetría de las estructuras y si hay alguna lesión de la piel o
secreción, así como en la distribución del vello pubiano.
Hallazgos
normales: el color de los labios menores varía del rosado pálido al rojo. Puede
observarse pigmentación parda o azulada. La piel que rodea los labios debe
tener sobretonos rosados o pardos. Los labios mayores habitualmente son
simétricos y el rango de la forma de los labios menores va desde triangular
hasta semicircular. Los bordes de los labios menores pueden ser lisos o
irregulares y pueden protruir a través de los labios mayores.
La
secreción vaginal normal es inodora, no irritante, cuya apariencia varía de
acuerdo con el ciclo menstrual. Después de la menstruación puede observarse una
ligera secreción blanquecina; durante la ovulación habitualmente hay una
secreción clara más fina. Después de la ovulación la secreción puede ser de
nuevo más espesa y blanquecina.
Algunas
mujeres observan los cambios de la secreción o el color y la consistencia del
mucus cervical para estimar la ovulación con propósitos, o de embarazo o de
contracepción.
2.
Palpe las glándulas de Skene y las de Bartholin:
a)
Mientras continúa separando con su mano no dominante, inserte en la vagina el
dedo índice de su otra mano. Palpe las glándulas de Skene, ejerciendo una
ligera presión contra la pared anterior de la vagina y moviendo sus dedos de
dentro hacia fuera. La secreción por el meato urinario con esta maniobra es
anormal y debe cultivarse.
b)
Palpe las glándulas de Bartholin, a cada lado del introito vaginal posterior,
colocando su dedo índice dentro de la vagina, en la porción inferior de cada
cara lateral, y su dedo pulgar en oposición, sobre el labio mayor de ese lado.
Presione suavemente la piel entre el pulgar y el índice.
La
aparición de secreción o dolor indica inflamación de la glándula de Bartholin
(Bartholinitis).
3.
Examine la musculatura vaginal:
a)
Con su índice insertado 2-4 cm dentro de la vagina, pida a la mujer que apriete
alrededor de su dedo, para evaluar el tono muscular. El buen tono muscular se
manifiesta por la capacidad de estrechar la vagina alrededor del dedo del
examinador. El tono muscular es habitualmente más firme en las mujeres
nulíparas.
b)
Coloque sus dedos índice y del medio en el borde inferior del orificio vaginal
y separe los labios mayores, desplazando los dedos lateralmente.
Pida
a la mujer que puje, de manera que pueda inspeccionar el orificio vaginal.
Observe si existe algún abultamiento, lo que puede indicar cistocele
(herniación de la vejiga dentro de la vagina) o rectocele (herniación del recto
dentro de la vagina) o ambos (rectocistocele), y alguna salida de orina.
B.
REALICE EL EXAMEN CON ESPÉCULO.
Esta
exploración es obligatoria en la paciente no virgen y debe realizarla antes del
tacto bimanual. Después de inspeccionar la vulva, proceda a la colocación del
espéculo vaginal.
Espéculos
vaginales. Pueden ser de metal o de plástico desechable, aunque este último es
habitualmente más incómodo. Varían en forma y tamaño.
Inspeccione
la vagina:
Cuando
requiera explorar las paredes vaginales anterior y posterior, rote el espéculo
cerrado y ábralo en posición lateral (formando un ángulo de 90° con la posición
normal) o introdúzcalo y ábralo después, sin rotar.
Apariencia
vaginal normal: es de color rosado con arrugas, estructuras parecidas a
crestas, producidas por pliegues de la membrana mucosa. Las secreciones
vaginales normales pueden darle a la piel una apariencia húmeda y brillante. En
la mujer posmenopáusica las paredes pueden ser rosa pálida y menos rugosas.
C.
REALICE EL TACTO VAGINAL.
Después
de retirado el espéculo, proceda a realizar el tacto vaginal, para lo cual
utilizará un guante estéril, preferiblemente con lubricante.
1.
Palpe la vagina y el cuello:
a)
Colóquese de pie, frente o a un costado de la mujer según le sea más fácil, y
efectúe con delicadeza la introducción de los dedos índice y del medio,
enguantados y lubricados, para palpar la vagina
b)
Inserte sus dedos siguiendo el contorno natural de la vagina, ejerciendo una
ligera presión posterior. Mantenga su pulgar en abducción y los otros dedos
flexionados. Si la abertura vaginal es muy pequeña, probablemente tenga que
usar un solo dedo.
c)
Palpe la pared vaginal buscando nódulos, masas o dolor. Palpe el cuello y
precise su posición, movilidad, consistencia y sensibilidad.
Palpar
masas es anormal. No mal interprete las rugosidades por masas. El cuello es
firme, parecido a la punta de la nariz, y movible.
2.
Realice la palpación bimanual de las estructuras pélvicas:
a)
Manténgase de pie, con el dedo índice y del medio en la vagina.
b)
Coloque la mano opuesta, que ahora puede no estar enguantada, sobre el abdomen
entre el ombligo y la sínfisis del pubis.
c)
Use las dos manos para apresar las distintas estructuras que componen los
genitales internos y estudiar su posición, tamaño, forma y consistencia del
cuello y del cuerpo del útero, grosor y longitud de las trompas, movilidad y
tamaño de ambos ovarios, elasticidad de los fondos de saco y grado de
sensibilidad dolorosa, así como la presencia o no de tumoraciones.
d)
Palpe el útero presionando hacia abajo con la mano abdominal dirigida hacia la
mano vaginal, que sostiene firmemente la vagina, ejerciendo una ligera presión
contra el periné con los dedos que están afuera flexionados.
El
útero debe palparse justamente por encima de la sínfisis del pubis y debe ser
ligeramente movible cuando se aplica presión durante la palpación bimanual. Por
la palpación puede notarse una ligera molestia secundaria a la tensión
muscular. El útero en retroversión habitualmente no es palpable con este
procedimiento. Palpe la pared anterior y el fondo del útero buscando masas o
dolor.
Hallazgos
normales: el útero tiene forma de pera y es firme y liso.
El tamaño promedio del útero de la mujer no embarazada tiene unos 8 cm de
diámetro mayor o longitudinal, de los cuales 3 cm corresponden al cuello; unos
4-5 cm de diámetro transversal a nivel del fondo (de cuerno a cuerno), que
disminuye progresivamente hacia el cuello, y unos 3 cm de espesor o diámetro
anteroposterior.
e)
Mueva sus dedos vaginales hacia el fondo de saco lateral derecho y rote su mano
de manera que su palma mire hacia arriba. Mueva la mano abdominal hacia el
cuadrante inferior derecho. El ovario y el anejo, que no siempre se palpan,
pueden ahora atraparse para su examen, entre sus dos manos.
f)
Mueva ahora sus dedos vaginales hacia el fondo de saco lateral izquierdo y su
mano abdominal hacia el cuadrante inferior izquierdo para la palpación del
ovario y la trompa izquierdos.
Hallazgos
normales: las trompas de Falopio no se palpan habitualmente. Los ovarios pueden
o no palparse y pueden sentirse pequeños, firmes, de forma almendrada, movibles
y lisos, sin masas. Sus dimensiones son: 3-5 cm de diámetro mayor, 2-3 cm de
diámetro transversal y 1-2 cm de espesor. Es común una ligera molestia a la
palpación.
El
resultado de esta exploración se anotará en la historia clínica y se dibujará
en ella cualquier modificación encontrada.
D.
REALICE EL TACTO RECTAL.
1.
Saque sus dedos de la vagina y cambie el guante. El cambio de guantes protege
contra una posible contaminación del recto con las secreciones vaginales.
2.
Lubrique el índice de su mano nuevamente enguantada. Explique el proceder y
pídale a la mujer que comience la respiración de relajación, ya que la
respiración profunda ayuda a relajar el esfínter anal. Dígale que
adicionalmente puede sentir sensación de defecar.
El
resto de la técnica del tacto rectal ya fue descrita en el estudio del sistema
digestivo. El tacto rectal es la elección lógica en mujeres vírgenes y
resulta de gran utilidad en los procesos neoplásicos, para detectar el grado de
infiltración de los parametrios o de los ligamentos uterosacros, así como las
tumoraciones quísticas o no.
La
indicación de un enema evacuante, antes de realizar esta exploración, resulta
de mucha utilidad, sobre todo en pacientes constipadas.
E.
COMPLETE EL EXAMEN FÍSICO
Cuando
termine de hacer los tactos, saque sus dedos y limpie el periné con movimientos
de delante hacia atrás. Ayude a la mujer a salir de los estribos y suminístrele
suficiente material adicional para que se limpie el periné.
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